La conducta y la política que lleva adelante la impugnada Junta Interna de ATE-INDEC poco tiene que ver con la tradición que estuvo vigente en nuestra Organización durante mucho tiempo y por la cual se respetaba el derecho al disenso que debe primar en todo sindicato que se precie de democrático.
Por el contrario, se caracterizan por prácticas discriminatorias, denuestos y persecuciones propios de sectas fundamentalistas que parecen tener la conducción de esta Junta con el aval de algunos dirigentes de niveles más representativos.
Es lamentable que la errónea política adoptada en torno al conflicto haya conducido a debilitar nuestra organización en el Instituto (perdió un tercio de los afiliados) y a generar dudas en muchos más sobre si deben mantener su calidad de afiliados. El balance provisorio del conflicto, en todos sus aspectos, no puede ser más negativo.
En nombre de todos los afiliados que no compartimos la forma de proceder mencionada esperamos que quienes tengan que reflexionar reflexionen y encuentren el camino que permita retomar las tradiciones que atrajeron a tantos compañeros estatales a nuestra organización.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario