ATE-Indec y parte de los dirigentes de ATE Capital y ATE Nacional están francamente en la Oposición. Marchan a la cola de la procesión, reproduciendo en micro ese espacio, donde no todo es lo mismo. Hay que diferenciarlos: Pero-gorilas (el narco, el colorado, el innombrable, Mauricio, ¿Patricia? etc.) ; gorilas de paladar negro (Gerardo, Lilita, etc.); el Topo Cleto; ultraizquierdistas ensoñadores; megalomancitos; algún confundido y demasiados confundidores.
La ofensiva de la oposición en el plano general de la cultura es tan intensa que parece que quisiera llegar a recrear el gorilismo previo al 55, cuyo desenlace conocemos. No todas las escaramuzas afectaron al "hecho maldito de país burgués". Después hubo otras, siempre iniciadas en la madre de todas las batallas. Salvando enormes distancias, pues con Illia o Isabel eran distintas articulaciones, el campo de la opinión pública fue siempre germinal.
Pero volvamos a la actualidad para analizar dos cuestiones interesantes: 1) el pragmatismo y 2) el culto a las formas.
Nuestro país - como unos cuantos otros de la región – asiste a la conformación de nuevos bloques históricos. Las derechas argentinas están empeñadas en impedir que se plasme el nuestro y, por ahora, se curan en salud. Sus intelectuales orgánicos (políticos, económicos y culturales), presentes hasta el hartazgo en los medios, no tienen escrúpulos en mentir descaradamente. Esto es así porque su criterio de verdad es el éxito. Miente, miente que algo quedará. Todo vale.
La derecha (aquí y en todos lados) ha sido (siempre que pudo, es decir casi siempre) cultora de las formas. Sabe que es ese su terreno en materia de producción de ideología (tanto en el sentido de cubrir la realidad con un velo como de convencer que representa los intereses del conjunto). Situar el eje en la forma permite eludir el fondo. La prolijidad, por ejemplo, es una de las múltiples caras de la forma. En nombre de la prolijidad se puede llegar mejor a las Susanitas y Manolitos, tan sensibles a la causa del orden. Tan proclives a espantarse, y a crisparse (para emplear un verbo de moda). La clase dominante hermana a estas capas subalternas por medio de una común apreciación estética de la pobreza: Luis es "negro", desprolijo y matón. En cambio Gabriela, pese a su desgracia, es una dulce. El pobrerío es feo por naturaleza, gritón y demasiado directo. Hacer mirar la realidad desde las formas a quienes fantasean con verse reflejados en el espejo de los poderosos es una vieja habilidad de las derechas.
Todos los opositores se presentan como súper-defensores de la democracia. Algunos, como Chiche, se sinceran de vez en cuando y admiten que es cierto que a Néstor le votó en contra un elevado porcentaje de ciudadanos, siempre que eso signifique computar a los que no votaron por él. Si se emplea el mismo criterio para evaluar a las huestes de Mauricio, o a Lilita, o a Pino, no pueden evitarse conclusiones similares. Pero los Medios lo presentan como la Gran Derrota del Oficialismo, el Supremo Mandato de las Urnas, el Aplastante NO a la gestión. Los cruzados de la libertad de empresa, ocultada bajo el estandarte de la libertad de expresión.
Vaticinan inminentes catástrofes. En economía, alertan sobre la requetesegura aceleración del proceso inflacionario (recurso empleado con Alfonsín); una brutal devaluación y cuanta señal pueda alimentar el miedo de las los citados personajes de Quino, que compran estos rumores a sola firma. En este plano es inocultable la pugna entre dos modelos: el que intenta recuperar la centralidad del Estado y el que procura imponer nuevamente el reinado del mercado (eufemismo elegante cuando se quiere significar empresas o grupos privados).
En la dimensión cultural se expresa, de otro modo, el mismo fondo. Pero allí es donde más sutilmente (e inadvertidamente para demasiados) funciona. Los más notorios entretenedores (Marcelo, Mirta, Susana, etc.) gritan que nos están matando a todos en la calle, que no se puede vivir más, y cosas por el estilo. Esto es apoyado por el martilleo mediático-terrorista de imágenes de crímenes y otras violencias no menos atentatorias de los derechos humanos que a ellos les interesan. Ese lugar privilegiado de los privilegiados copta hasta a comunicadores que en algún momento parecieron serios. Con excepciones escasísimas. En toda la prensa oral, escrita o televisiva se trata de minimizar los logros del oficialismo y maximizar todo lo que pueda servir para desacreditarlo. Últimamente, la asignación por niño sólo es comentada para marcar sus "insuficiencias", "imperfecciones" y tergiversar el significado de su sanción. Afirman que es claramente clientelística. Toda la oposición es convocada permanentemente a los programas políticos "independientes". Y todos acuden. Los más vergonzantes fantaseando que usan a la derecha.
Esquema padre: Cuando lo que se propone desde el Estado es contrario a los intereses "libremercadistas" no hay mejor arma que duplas de mágicas palabras "Corrupción Gubernamental", "La Caja", etc.. La negativa a pagar impuestos se propagandiza desde la excusa de que no sirve de nada porque se roban todo. Otra más general: ir a lo chiquito para confundir y disimular lo que se juega en lo grande. Por eso hablamos de bloque histórico.
ATE-Indec y parte de los dirigentes de ATE Capital y ATE Nacional, representan, lamentablemente, variantes conocidas de la mezquindad. Su giro a la nada es casi sorprendente.
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